
Betty, una maestra rural en Colombia, desde su infancia en una escuela rural en la década de 1960 hasta su trayectoria profesional y académica. Proveniente de una familia campesina, enfrentó las limitaciones de la educación rural y las expectativas sociales de su época. A pesar de las dificultades, logró completar la primaria, ingresar a una Escuela Normal y graduarse como maestra en 1978, lo que le permitió trabajar en zonas rurales como Sonsón y San Jerónimo. Su labor como docente fue marcada por la precariedad de las condiciones, largas caminatas y la falta de recursos, pero también por su autonomía y compromiso con la educación. Posteriormente, accedió a la universidad, estudiando Comunicación Social y Periodismo, lo que simbolizó un avance significativo para las mujeres de sectores populares. La historia destaca el papel transformador de las maestras rurales en la educación y el progreso social, abriendo caminos para futuras generaciones.